En pleno centro de la capital, en el número 84 de la Gran Vía, se alza uno de los edificios más reconocibles y con más historia de Madrid: la Torre de Madrid. En sus plantas superiores, dentro del Hotel Riu Plaza España, se encuentra el 360º Riu Rooftop Madrid, un rooftop que ha marcado un antes y un después en la oferta de terrazas de la ciudad.
Con su pasarela de cristal, sus vistas infinitas y su ambiente vibrante, este espacio no solo es un punto de tardeo, sino una experiencia sensorial que combina arquitectura, gastronomía, coctelería y, sobre todo, la sensación única de contemplar Madrid desde las alturas como nunca antes.
La experiencia empieza en el vestíbulo del hotel, donde un ascensor panorámico te transporta en pocos segundos hasta la planta 26. La subida es toda una anticipación: a medida que asciendes, la ciudad se despliega bajo tus pies y la luz natural inunda la cabina.
Al llegar, el primer impacto es visual: la terraza se abre en un recorrido circular que, como su nombre indica, ofrece una vista de 360 grados sobre todo Madrid. Desde aquí, puedes ver el Palacio Real, la Catedral de la Almudena, la Casa de Campo, las Cuatro Torres y, en días claros, incluso la Sierra de Guadarrama.
Uno de los elementos más fotografiados (y que más adrenalina genera) es la pasarela de cristal suspendida en el aire. Al caminar sobre ella, tienes la sensación de flotar sobre la ciudad, con el tráfico y los edificios muy por debajo. Es un punto obligado para fotos y selfies, aunque no todos se atreven a cruzarla.
El 360º Riu Rooftop Madrid combina una estética moderna con detalles que recuerdan a los grandes rooftops internacionales. La terraza está dividida en diferentes zonas:
Área de barra: ideal para quienes buscan tomar algo rápido y disfrutar de las vistas de pie.
Mesas altas y bajas: perfectas para grupos o parejas que quieren sentarse a charlar.
Zonas lounge con sofás y cojines para un tardeo más relajado.
La iluminación está pensada para adaptarse a cada momento del día: natural y brillante por la tarde, cálida y envolvente al caer la noche.
Uno de los pilares de este rooftop es su carta de cócteles, diseñada para complacer tanto a quienes buscan clásicos como a quienes se animan con combinaciones creativas. Entre los más recomendados:
Riu Sunset: ron dorado, puré de maracuyá, sirope de vainilla y zumo de lima.
Sky Mule: vodka, jengibre fresco, lima y soda de jengibre, servido en la clásica taza de cobre.
Gran Vía Negroni: ginebra premium, vermut rojo y Campari, con un toque ahumado.
También disponen de una buena selección de vinos, cervezas, champanes y mocktails.
Aunque el 360º Riu Rooftop Madrid no es un restaurante al uso, su carta incluye opciones para acompañar la coctelería y hacer más completa la experiencia de tardeo. Entre las más solicitadas:
Tabla de ibéricos y quesos artesanos.
Hummus con crudités y pan pita.
Mini hamburguesas de wagyu con pan brioche.
Tartar de salmón con aguacate.
Nachos con guacamole y pico de gallo.
La idea es que puedas picar algo mientras disfrutas de las vistas, sin que la comida eclipse el protagonismo de la panorámica.
El tardeo en el 360º Riu Rooftop Madrid tiene un carácter único. No es solo un lugar para tomar algo, es un escenario que cambia con la luz del día. Por la tarde, la terraza es un refugio soleado para disfrutar de un vermut, una copa de vino o un cóctel refrescante. Al atardecer, la experiencia se intensifica: el cielo se tiñe de tonos cálidos, la ciudad enciende sus luces y el ambiente se vuelve más animado.
Por la noche, la música sube un poco de volumen y el rooftop se convierte en un punto de encuentro para gente que quiere continuar la noche en otros locales del centro o quedarse disfrutando del ambiente.
El 360º Riu Rooftop Madrid atrae a un público muy variado. Turistas de todo el mundo lo incluyen en su lista de “must” de Madrid, pero también es habitual encontrar madrileños que vienen a sorprender a amigos, celebrar una ocasión especial o simplemente disfrutar de una vista que nunca se agota.
La mezcla de nacionalidades y edades crea un ambiente cosmopolita, en el que es fácil escuchar varios idiomas a tu alrededor.
Reserva o llega temprano, especialmente en fines de semana y al atardecer.
Si quieres fotos sin demasiada gente, lo ideal es visitarlo entre semana.
No olvides pasar por la pasarela de cristal, aunque te dé vértigo: la foto merece la pena.
Lleva ropa adecuada a la temporada: aunque en verano es agradable, en invierno el viento puede ser fuerte.
Lo que hace único a este rooftop no es solo su altura o su ubicación, sino la sensación de amplitud y libertad que transmite. Pocos lugares en Madrid te permiten contemplar la ciudad de forma tan completa y desde tantos ángulos diferentes. Además, su diseño circular hace que no haya “malas mesas”: en todas tienes una vista privilegiada.
El 360º Riu Rooftop Madrid es, en definitiva, una experiencia que combina el vértigo, la belleza y el placer de un buen tardeo. Tanto si vives en Madrid como si estás de visita, es un lugar que hay que vivir al menos una vez… aunque muchos acaban repitiendo.