Si La Bientirada representa la esencia castiza, Areia Madrid es su contrapunto exótico: un lugar donde la decoración tropical, la música relajada y la coctelería creativa te transportan mentalmente a un destino de playa… sin salir de la Calle Hortaleza.
Areia es un oasis en pleno centro. Su interior combina elementos de madera, fibras naturales, cojines de colores vivos y plantas tropicales. La iluminación cálida y los rincones decorados con mimo invitan a desconectar. La barra, de diseño atractivo, exhibe botellas y frutas frescas que anticipan la calidad de sus cócteles.
Por la tarde, la atmósfera es relajada: luz natural que entra por los ventanales, música de fondo con ritmos lounge y bossa nova, y un público que se mueve entre el afterwork y el plan de amigos que buscan un sitio diferente. Por la noche, las luces bajan y el ambiente se transforma en algo más animado y festivo.
La gran especialidad de Areia son los cócteles tropicales. Encontrarás desde clásicos como el mojito o la caipirinha hasta creaciones propias con frutas exóticas, hierbas aromáticas y toques picantes o cítricos inesperados. Algunos destacados son:
Mango & Chili Margarita, con tequila, puré de mango y un toque de chile que le da carácter.
Passion Colada, su versión afrutada y elegante de la piña colada, con fruta de la pasión.
Coco Mojito, con crema de coco y hierbabuena fresca.
En la parte de comida, la carta es breve pero bien pensada para acompañar bebidas: nachos con guacamole casero, brochetas de pollo marinado, ensaladas frescas y opciones veganas como hummus con crudités.
El perfil del cliente es cosmopolita, con mezcla de madrileños y turistas que han descubierto el local por recomendación o redes sociales. Es un lugar muy “instagrameable”, con rincones que invitan a hacer fotos.
Aunque puede llenarse rápido en fines de semana, el ambiente sigue siendo agradable y sin aglomeraciones excesivas. El servicio es atento, con camareros que conocen bien la carta y recomiendan en función de tus preferencias.
Ideal para empezar un sábado o domingo con algo distinto. La combinación de cócteles bien hechos, picoteo y ambiente relajado lo convierte en un sitio perfecto para grupos que quieran charlar sin el ruido excesivo de otros bares más centrados en la fiesta.
Areia no es solo un bar: es una experiencia sensorial. Desde la decoración hasta la música y los aromas que desprenden sus cócteles, todo está pensado para que te sientas lejos del bullicio de la ciudad.
